Esto abre grandes interrogantes sobre la capacidad de estas especies clave en los ecosistemas terrestres mediterráneos para responder al cambio global. Similares incógnitas se abren tras el estudio que ha mostrado que poblaciones o especies invasoras son más plásticas que sus equivalentes no invasoras, aportando un mecanismo para la invasibilidad (Plant Cell and Environment 2003, 26: 941-956) pero planteando el interrogante de la respuesta de estas especies invasoras en principio más plásticas ante un incremento de la adversidad de las condiciones ambientales (e.g. incremento de la aridez).

Fernando Valladares ha realizado logros metodológicos importantes, como el desarrollo de un sensor de radiación miniaturizado y económico que actualmente distribuye la casa comercial EIC SL en España y Europa, o el planteamiento de índices muy empleados por otros autores para la estima de la plasticidad fenotípica.

En su participación como experto en foros internacionales (e.g. Convenio de Biodiversidad, Cambio Climático, Foro Forestal de las Naciones Unidas, etc.) ha aportado un punto de vista científico a las recomendaciones que se pretendían obtener. Por ejemplo, en el grupo Ad Hoc de Zonas áridas que asesora al SBSSTA del Convenio de Biodiversidad se destacó que no es factible la gestión de los ecosistemas terrestres en estas zonas tanto para conservar la biodiversidad como para incrementar su potencial de sumideros de carbono. Este análisis que se reflejó en el último informe del IPCC, se ha llevado a diversas reuniones de grupos de trabajo del Ministerio de Medio Ambiente español, en las que se busca la implementación del Convenio de Kyoto a España.

Fernando Valladares desde sus actuales o recientes cargos de gestión y responsabilidad político-científica (IGBP, SCOPE, Juntas directivas de Sociedades científicas, asesoramiento en Planes Nacionales, Agencias de Evaluación nacionales e internacionales, etc.) ha hecho un esfuerzo particular porque la mejor ciencia disponible estuviera sobre la mesa de negociaciones. Estos aspectos de transferencia y gestión, sumados a la complejidad intrínseca de los estudios ecológicos y evolutivos, que requieren una aproximación interdisciplinar, han movido a la coordinación de redes (véanse líneas futuras) que buscan la sinergia entre grupos científicos más allá del propio Centro de Ciencias Medioambientales donde se encuentra Fernando Valladares y la coordinación de posturas científicas ante organismos oficiales sobre temas de medio ambiente y desarrollo sostenible en un mundo cambiante.